Gastronomía

Te describimos aquí los platos que más nos han llamado la atención durante el viaje:

• Full Scottish breakfast: Ya te digo yo que es difícil acostumbrarse a éste desayuno. El primer día te lo comes todo por curiosidad pero los siguientes ya te lo piensas un poco o pides otra cosa. Muy contundente. Incluye bacon, huevos, tomate, setas, salchicha, black pudding, croquetas de patata y a veces haggis.


• Haggis: Esto debe ser algo así como la comida nacional, porque te lo ofrecen en todas partes. Se trata de una especie de embutido donde se mezclan vísceras de oveja con cebolla, avena, grasa y especias. Está todo dicho.


• Black pudding: Tiene nombre de serie de televisión pero es un tipo de morcilla bastante insípida.


• Cullen Skink: Para los amantes de las sopas espesas, esto es la gloria bendita en un día de frío tras una dura etapa en bicicleta bajo la lluvia. Elaborada con pescado ahumado, patata, cebolla y leche. Te pone en órbita.


• Fish and chips: Es de lo que habla todo el mundo cuando viene al Reino Unido. Lo pedimos varias veces buscando el mejor para aprender a disfrutarlo pero… no lo encontramos. Nunca valió la pena. En mi opinión es destrozar el pescado.

• Sticky Toffee Pudding: No sé si es típico inglés o escocés pero es lo que hace falta para irse satisfecho a la cama después de una larga jornada de bici y una agradable cena. Supuestamente es un bizcocho oscuro de dátil cubierto con salsa de caramelo caliente… pero es como si te comieras una tarta de chocolate.


• Salmón: El mismo salmón que encuentras en cualquier otra parte.


• Cordero: En Escocía tiene que haber buen cordero. Es algo que nos repetimos a todo lo largo del viaje y no fue hasta nuestro último día que lo comimos. A The Makar's Restaurant hay que ir con reserva porque tiene cola en la calle pero merece la pena. El cordero tiene una salsa de carne espectacular y se deshace en la boca y, lo mejor, para terminar tienes Sticky Toffee de postre.