Una de las cosas que más nos ha llamado la atención en este viaje es cómo, unos países tan marcadamente desérticos, pueden tener tanta agua. Porque parece una contradicción… pero es el caso.
Tanto Uzbequistan como Tayikistán tiene un clima continental muy marcado con altas temperaturas en verano y muy bajas en invierno sin embargo también tienen altas montañas y de ellas reciben grandes caudales de agua.
Ello determina que la vida se haga mayoritariamente alrededor de los cauces de los ríos o los lagos y que más allá todo sea desierto pero lo más curioso, es que teniendo tanta agua, no hallamos visto una mosca ni un mosquito en todo el tiempo que hemos estado de viaje. Lo atribuimos al clima pero… quién sabe.
A lo largo del mes que ha durado este viaje solo hemos visto unas pocas nubes los 3 últimos días… y no eran esas nubes que anuncian lluvia, eran unas delicadas nubes que apenas tamizaban la luz del sol. Por lo demás, en septiembre, ha hecho bastante calor.
En las montañas Fann, en Tayikistan, sin embargo, por las noches en tienda de campaña hemos pasado frío.
Así que debes elegir muy bien la época en la que vas a realizar el viaje.
